REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA
EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO
PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO ACADÉMICO PORTUGUESA.
LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
ONEIDA COLMENARES
C.I: 17.355.054
HUMBERLY PARRA
C.I:18.250.809
MIRIAM
PÉREZ
C.I: 18.135.249
PROFESOR: JOSÉ
DE JESÚS CAMEJO
BISCUCUY, NOVIEMBRE DE 2012
1. Las cegueras
del conocimiento: el error y la ilusión
Básicamente consiste en que esa educación del futuro
debe mostrar que no existe conocimiento que no esté, en alguna medida,
amenazada por el error y la ilusión. Esto en contraposición al actual sistema
que intenta proteger su conocimiento del error y la ilusión desconociendo que
las mismas tienen múltiples posibilidades de ilusión y error que proceden del
exterior cultural y social y del interior que por lo general pueden
permanecer agazapadas.
La racionalidad es el mejor guardafuego contra el error y la ilusión, pues es abierta y se reconoce insuficiente a la vez que es autocritica, mientras la racionalización es cerrada.
El conocimiento del conocimiento debe presentarse para la educación como un principio y una necesidad permanente, y las ideas como una inagotable fuente de lo nuevo de cual nunca podemos predecir, pero que podemos contar con su llegada.
Considero que el conocimiento si tiene determinados márgenes de error e ilusión, claro está, el conocimiento humano, pues esas son características de los seres humanos el error y la ilusión y todo lo proceda de nosotros estará permeado de esas deficiencias, pero que a la vez, pueden ser combatidas más eficazmente con herramientas como la racionalidad.
La racionalidad es el mejor guardafuego contra el error y la ilusión, pues es abierta y se reconoce insuficiente a la vez que es autocritica, mientras la racionalización es cerrada.
El conocimiento del conocimiento debe presentarse para la educación como un principio y una necesidad permanente, y las ideas como una inagotable fuente de lo nuevo de cual nunca podemos predecir, pero que podemos contar con su llegada.
Considero que el conocimiento si tiene determinados márgenes de error e ilusión, claro está, el conocimiento humano, pues esas son características de los seres humanos el error y la ilusión y todo lo proceda de nosotros estará permeado de esas deficiencias, pero que a la vez, pueden ser combatidas más eficazmente con herramientas como la racionalidad.
2. Los
principios de un conocimiento pertinente.
Se destaca que el papel del
conocimiento es apreciar el entorno y sus relaciones de forma integral y
global, en el que el ser humano sea no sólo capaz de identificar los objetos,
sino aprehender de ellos y de su lugar en el marco de la naturaleza. Morin
motiva a los educadores a desarrollar la aptitud natural de la inteligencia
humana, la cual no es otra que la ubicación de las informaciones en un sistema
de interrelaciones que le dé sentido de pertenencia con el todo, pero que a la
vez devele la profundidad y razón de ser de las partes. Si bien Morin deja en
claro la necesidad de hacer del conocimiento una opción consciente y
temporalmente oportuna con las necesidades humanas, no es menos cierto que no
contesta qué entiende él por métodos que permitan aprehender las relaciones
mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo.
3. Enseñar la condición humana.
Es una
reflexión acerca de lo que es el hombre en su total dimensión: “El ser humano
es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico”, expresa
Morin, advirtiendo que en toda esa composición del hombre está dispersa en la
educación a través de las disciplinas, impidiendo una verdadera unidad que
permita reunir y organizar los conocimientos dispersos en las ciencias de la
naturaleza, las ciencias humanas, la literatura, la filosofía, entre otras. Lo
que destaca Morin en este saber, y al cual nos suscribimos totalmente, es que
la unión entre la unidad y la diversidad de todo, es lo que se traduce en la
condición humana.
4.
Enseñar la identidad terrenal
La historia humana comenzó con una
diáspora planetaria sobre todos los continentes; luego entró, a partir de los
tiempos modernos, en la era planetaria
de la comunicación entre los fragmentos de la diáspora humana. La
humanidad no ha producido escisión genética: pigmeos, negros, amarillos,
indios, blancos, vienen de la misma especie, disponen de los mismos caracteres
fundamentales de la humanidad. Pero ha producido una extraordinaria diversidad
de lenguas, de culturas, de destinos, fuente de innovaciones y de creaciones en
todos los campos.
A mediado
del siglo XVI ,a Finales del siglo XX en la fase de la mundialización,
como fase actual de la era planetaria,
surge un objeto nuevo: el mundo como
tal», en la época de las telecomunicaciones, de la información, de la Internet, estamos sumergidos por la
complejidad del mundo, y las innumerables
informaciones sobre el mundo ahogan nuestras posibilidades de
inteligibilidad problema que a un se
alimenta de ingredientes múltiples, conflictivos, de crisis; los engloba, los aventaja y de regreso los alimenta
esto es; lo que nos lleva a la
reforma de pensamiento de las culturas del mundo, capaz de educar apuntar a un
universalismo no abstracto sino del consciente
futuro de la unidad/diversidad que debe tener la sociedad para la identidad y
la conciencia terrenal.
Se podría esperar también que la
necesidad de volver a las raíces, incitada hoy en día por los fragmentos dispersos
de la humanidad y provocada por la voluntad de asumir las identidades étnicas o
nacionales, se pudiera profundizar y ampliar, sin negar dicho regreso a las
raíces en el seno de la identidad humana del ciudadano de la Tierra-Patria. Todas estas corrientes
prometen intensificarse y ampliarse durante el siglo XXI y constituir múltiples
principios de transformación; pero la verdadera transformación sólo podría
llevarse a cabo con una transformación entre sí, de la misma forma, las
posibilidades que ofrece el desarrollo de las biotecnologías son prodigiosas
tanto para lo mejor como para lo peor. Por otra parte la genética y la
manipulación molecular del cerebro humano van a permitir normalizaciones y
estandarizaciones nunca antes logradas por los adoctrinamientos y las
propagandas sobre la especie humana; Las transformaciones actual parecen presagiar una mutación mucho más
considerable que la que hizo pasar al neolítico pequeñas sociedades arcaicas de
cazadores y recolectores sin Estado, sin agricultura ni ciudad, a las
sociedades históricas que desde hace ocho milenios están desplegadas por el
planeta.
Cabe
destacar que la identidad y la conciencia terrenal es la unión de un sentido de
pertenencia mutuo que nos ligue a nuestra Tierra considerada como primera y última Patria. Por esto, es necesario aprender a «estar-ahí» en el
Planeta; quiere decir: aprender a vivir, a compartir, a comunicarse, a
comulgar; es aquello que sólo aprendemos en
y por las culturas
singulares también como humanos del Planeta Tierra debemos aprender a ser,
vivir, compartir, comulgar no solamente
ser de una cultura sino también ser habitantes de la Tierra, dedicarnos no sólo
a dominar sino a acondicionar, mejorar, comprender. Debemos inscribir en
nosotros: La conciencia antropológica que
reconoce nuestra unidad en nuestra diversidad la conciencia ecológica, es decir la conciencia de habitar con
todos los seres mortales una misma esfera viviente (biosfera); reconocer
nuestro lazo consustancial con la biosfera nos conduce a abandonar el sueño
prometeico del dominio del universo para alimentar la aspiración a la
convivencia sobre la Tierra, la
conciencia cívica terrenal de la responsabilidad y de la solidaridad, la conciencia espiritual de la humana
condición, que viene del ejercicio complejo del pensamiento y que nos permite a
la vez criticarnos mutuamente, autocriticarnos y comprendemos entre sí, la
búsqueda de un mejor avenir debe ser complementaria y no antagonista con los
reencuentros en el pasado. Todo ser humano, toda colectividad debe dirigir su
vida en una circulación interminable entre su pasado donde encuentra su
identidad apegándose a sus ascendentes y su presente donde afirma sus
necesidades y un futuro hacia donde proyecta sus aspiraciones y sus esfuerzos transformar la especie humana en verdadera
humanidad se vuelve el objetivo fundamental y global de toda educación,
aspirando no sólo al progreso sino a la supervivencia de la humanidad, la
conciencia de nuestra humanidad en esta era planetaria nos debería conducir a
una solidaridad y a una conmiseración recíproca del uno para el otro, de todos
para todos. La educación del futuro deberá aprender una ética de la comprensión planetaria.
5. Enfrentar las incertidumbres
El
hombre, enfrentado a las incertidumbres
por todos los lados, es arrastrado hacia una nueva aventura. Se debe aprender a enfrentar la incertidumbre puesto
que vivimos una época cambiante donde
los valores son ambivalentes, donde todo está ligado. Es por eso que la
educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al
conocimiento ya que existe:
Un principio de incertidumbre
cerebro-mental que se deriva del proceso de traducción / reconstrucción
propio a todo conocimiento.
Un principio de incertidumbre
lógica. Como decía Pascal muy claramente: «ni la contradicción es señal de falsedad ni la no contradicción es
señal de verdad».
Un principio de incertidumbre
racional ya que la racionalidad, si no mantiene su vigilancia
autocrítica, cae en la racionalización.
Un principio de incertidumbre
psicológica: No existe la posibilidad de ser totalmente consciente de lo
que pasa en la maquinaria de nuestra mente, la cual siempre conserva algo
fundamentalmente inconsciente.
Se dice que en el mundo existen tantos problemas
dramáticamente ligados hacen pensar que el mundo no sólo está en crisis, está
en estado violento donde se enfrentan las fuerzas de muerte y las fuerzas de
vida que bien podemos llamar agonía.
Aunque solidarios, los humanos siguen siendo enemigos entre sí y el
desencadenamiento de odios entre razas, religiones, ideologías siempre acarrea
guerras, masacres, torturas, odios, desprecios.
En tal sentido
la incertidumbre del conocimiento; es una aventura incierta que conlleva en sí
mismo y permanentemente el
riesgo de ilusión y de error ya que se
encuentran las peores ilusiones; por lo tanto, la conciencia del carácter
incierto del acto cognitivo constituye la oportunidad para llegar a un
conocimiento pertinente, el cual necesita exámenes, verificaciones y
convergencia, la concordancia general
que se establece entre todas las palabras constituye un conjunto que confirma la legitimidad de las
diferentes palabras inscriptas, en resumen, la gran incertidumbre que hay que
afrontar viene de lo que llamamos la ecología de la acción que comprende cuatro
principios.
El principio de incertidumbre
proviene de la doble necesidad del riesgo y de la precaución. El principio de
incertidumbre del fin y de los medios, es casi inevitable que medios innobles
al servicio de fines nobles los alteren y terminen por sustituirlos. Los medios
dominantes empleados para un fin liberador pueden no solamente contaminar este
fin sino también auto-finalizarse. El principio propio de la ecología de la
acción, no sólo arriesga el fracaso sino también la desviación o la perversión
de su sentido inicial o puede incluso volverse contra sus iniciadores.
En realidad, se pueden considerar o
calcular a corto plazo los efectos de una acción, pero sus efectos a largo
plazo son impredecibles. Así, las consecuencias en cadena de la Revolución
Francesa (1789) fueron todas inesperadas: el Terror, el Termidor, el Imperio, y
más adelante el restablecimiento de los reyes Borbones, y aún más, las
consecuencias europeas y mundiales hasta octubre de 1917 fueron impredecibles,
como lo fueron enseguida también las del mismo Octubre de 1917, desde la
formación del imperio totalitario hasta su caída. Contienen estrategias muy
importantes que deben prevalecer sobre
el programa estableciendo una secuencia
de acciones que deben ser ejecutadas sin variación en un entorno estable; la
estrategia elabora un escenario de acción examinando las certezas y las
incertidumbres de la situación, las probabilidades, las improbabilidades. El
escenario puede y debe ser modificado según las informaciones recogidas, los
azares, contratiempos u oportunidades encontradas en el curso del camino. Tenemos que considerar las dificultades de
una estrategia al servicio de una finalidad compleja como la que indica el lema
«libertad, igualdad, fraternidad». Estos tres términos complementarios son al
mismo tiempo antagónicos; la libertad tiende a destruir la igualdad; ésta, si
es impuesta, tiende a destruir la libertad; por último, la fraternidad no puede
ser ni decretada ni impuesta sino incitada.
Por último es conveniente entonces que el pensamiento, debe
encaminarse para afrontar la incertidumbre. Todo aquello que implica
oportunidad implica riesgo y el pensamiento debe diferenciar las oportunidades
de los riesgos; en la historia, hemos visto permanente y desafortunadamente que
lo posible se vuelve imposible y podemos presentir que las más ricas
posibilidades humanas siguen siendo imposibles de realizar. Pero también hemos
visto que lo inesperado llega a ser posible y se realiza; hemos visto a menudo
que lo improbable se realiza más que lo probable; sepamos, entonces, confiar en
lo inesperado y trabajar para lo improbable.
6. Enseñar la comprensión
Es necesario mencionar, que la comprensión
se ha tornado una necesidad crucial para los humanos. Por eso, la educación tiene
que abordarla de manera directa y en los dos sentidos: a) la comprensión
interpersonal e intergrupal y b) la comprensión a escala planetaria. Según
Morín, constató que comunicación no implica comprensión. Ésta última siempre
está amenazada por la incomprensión de los códigos éticos de los demás, de sus
ritos y costumbres, de sus opciones políticas. Aunado a esto, los grandes
enemigos de la comprensión son el egoísmo, el etnocentrismo y el
sociocentrismo. Por tal sentido, enseñar la comprensión significa enseñar a no
reducir el ser humano a una o varias de sus cualidades que son múltiples y
complejas. Debemos
recordar que ninguna técnica de comunicación, del teléfono a Internet, aporta
por sí misma la comprensión. La comprensión no puede digitarse, en tal sentido
esta debe ser comprendida por los lectores que con mucha crítica y reflexión
asumen diversas posiciones.
Es por ello, que educar para comprender las matemáticas o
cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí
se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la
comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad
intelectual y moral de la humanidad. Pal sentido, la comprensión es a la vez
medio y fin de la comunicación humana. El planeta necesita comprensiones mutuas
en todos los sentidos. Dada la importancia de la educación en la comprensión a
todos los niveles educativos y en todas las edades, el desarrollo de la
comprensión necesita una reforma planetaria de las mentalidades; esa debe ser
la labor de la educación del futuro. La comprensión humana sobrepasa la
explicación. La explicación es suficiente para la comprensión intelectual u
objetiva de las cosas anónimas o materiales. Es insuficiente para la
comprensión humana.
7. La ética del
género humano
Se puede señalar de las éticas
particulares, la enseñanza de una ética válida para todo el género humano es
una exigencia de nuestro tiempo. Morin volvió a presentar el bucle individuo -
sociedad -especie como base para enseñar la ética venidera. Por tal sentido la
sociedad como base fundamental para el desarrollo de un pueblo debe ser un
intrigante y sobre todo ágil para la perspectiva de la vida igualmente el
individuo- sociedad surge el deber ético de enseñar la democracia. Ésta implica
consensos y aceptación de reglas democráticas. Pero también necesita
diversidades y antagonismos. El contenido ético de la democracia afecta a todos
esos niveles. De otra forma el respeto a la diversidad significa que la
democracia no se identifica con la dictadura de la mayoría, los
individuos son más que el producto del proceso reproductor de la especie
humana, pero este mismo proceso es producido por los individuos de cada
generación.
Otras de las variables importantes, son
las interacciones entre individuos producen la sociedad y ésta retroactúa sobre
los individuos. Un factor muy importante dentro de esta es la cultura, en
sentido genérico, emerge de estas interacciones, las religa y les da un valor.
Se puede mencionar la diferencia de las sociedades democráticas, que funcionan
gracias a las libertades individuales y a la responsabilidad de los individuos,
las sociedades autoritarias o totalitarias colonizan los individuos que no son
más que súbditos; en la democracia el individuo es ciudadano, persona jurídica
y responsable que, por un lado, expresa sus deseos e intereses y, por el otro,
es responsable y solidario con su ciudad La democracia supone y alimenta la
diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas. El respeto de
la diversidad significa que la democracia no se puede identificar con la
dictadura de la mayoría sobre las minorías; ella debe incluir el derecho de las
minorías y contestatarios a la existencia y a la expresión, y debe permitir la
expresión de las ideas heréticas y marginadas. Así, como hay que proteger la
diversidad de las especies para salvar la biósfera, hay que proteger la de las
ideas y opiniones y también la diversidad de las fuentes de información y de
los medios de información (prensa y demás medios de comunicación), para salvar
la vida democrática.
Por tal sentido, la humanidad dejó de ser
una noción meramente biológica debiendo ser plenamente reconocida con su
inclusión indisociable en la biósfera; la humanidad dejó de ser una noción sin
raíces; ella se enraizó en una "Patria", la Tierra, y la Tierra es una Patria en
peligro. Es por ello, que la
humanidad dejó de ser una noción abstracta: es una realidad vital ya que desde
ahora está amenazada de muerte por primera vez. Sin embargo, se ha vuelto una
comunidad de destino y sólo la conciencia de esta comunidad la puede conducir a
una comunidad de vida; la humanidad, de ahora en adelante, es una noción ética:
ella es lo que debe ser realizado por todos y en cada uno. Ahora bien mientras
que la especie humana continúa su aventura bajo la amenaza de la
autodestrucción, el imperativo es: salvar a la humanidad realizándola. Es
necesario mencionar, que la humanidad se ha venido transformando en nuevas
tecnologías y en sociedades de nuevos saberes
donde le permita al ser humano desarrollar nuevas potencialidades
creadoras y creativas ante la sociedad.
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